Con el fin de conseguir un considerable ahorro de energía, se han concebido unidades que aprovechan el aire ambiente para enfriar los fluidos de proceso.
Se trata de unidades monobloque, compuestas esencialmente por una batería de enfriamiento y dotadas de bomba, ventiladores y cuadro de control.
La modularidad de estas unidades permite incrementar la potencia frigorífica requerida añadiendo posteriormente otras baterías que pueden ser incluso de potencia diferente.
Todos los modelos están construidos en versión cincada para la instalación a la intemperie.
Estas unidades, llamadas baterías de enfriamiento, se dividen en 3 categorías: